El aire seco en el ambiente provoca picazón en la nariz, aumento de alergias, piel agrietada, tos y ni hablar del daño que le causa a los muebles y objetos de madera.
Saber cómo hacer un humidificador casero para tu hogar es uno de los aprendizajes más efectivos y que beneficiará a toda tu familia, ya que te ayuda a mejorar el aire que respiran tus seres queridos, y sin gastar un ojo de la cara.
Si no tienes un presupuesto muy alto, pero necesitas humidificar tu casa y además quieres contribuir con el medio ambiente, aquí te enseñaremos cómo se hace un humidificador casero, sencillo y funcional, usando los mismos materiales que tienes a la mano.
Primero lo primero: ¿Qué necesitas para hacer un humidificador casero?
Puedes hacer un humidificador casero simple con algunos de los materiales que tienes en tu hogar. ¡Toma nota de lo que vas a necesitar!
- Un envase o vasija que sea resistente al calor.
- Una fuente que genere calor, como un calefactor, radiador o una estufa.
- Agua limpia.
- Si lo prefieres, usa algunos aceites esenciales.
¿Tienes todos los materiales? Entonces, vamos con el procedimiento para que aprendas cómo hacer un humidificador casero en cuestión de minutos.
Cómo se hace un humidificador casero: paso a paso
No hay mayores misterios para hacer un humidificador casero, porque en tres sencillos pasos vas a tener un sistema que te ayudará a respirar con más tranquilidad:
Paso 1: limpia el envase
El aire que va a salir del humidificador debe estar limpio, por lo que si usas un envase sucio o que tenga moho y humedad, el efecto que conseguirás es todo lo contrario.
Tómate unos minutos para limpiar con agua limpia y vinagre cada espacio que envase que escogiste. De esta manera te aseguras que está libre de bacterias y gérmenes.
Paso 2: vierte el agua en el recipiente
Aunque parezca obvio, el agua será el elemento al que más atención debes prestarle para que el humidificador casero salga bien. Por esta razón, utiliza gua limpia y llena el envase por la mitad.
Paso 3: busca una fuente de calor
Usa una estufa o un calefactor para poner el recipiente. La idea es que el agua en la vasija alcance más de los 100 °C, el cual es el punto de ebullición. Cuando alcance esa temperatura, el vapor de agua se esparcirá por el ambiente y, ¡listo!, ya tendrás tu propio humidificador casero.
Aprovecha y agrega unas gotas de aceites esenciales del aroma de tu preferencia y el resultado será que convertirás tu casa en un spa relajante.
Nota: Recuerda limpiar el envase o recipiente cada vez que vayas a hervir el agua para evitar la acumulación de humedad en su interior.
Cómo hacer un humidificador casero para radiador
Para hacer otro modelo de humidificador casero usando materiales reciclados, necesitarás los siguientes elementos:
- Un recipiente de vidrio o plástico con tapa, como un frasco o una botella.
- Un tubo flexible, como el de una pajita o una manguera.
- Masa para decorar y pintura.
- Un trozo de esponja o algodón.
- Agua destilada o hervida.
- Aceites esenciales (opcional).
El procedimiento para hacer un humidificador casero para radiador o para indoor es el siguiente:
- Haz un agujero en la tapa del recipiente y pasa el tubo por él, dejando unos centímetros fuera.
- Cubre la botella con masa para decorar, espera a que seque y pinta el envase con los colores que más te gusten.
- Llena el recipiente con agua hasta la mitad y añade unas gotas de aceite esencial si quieres aromatizar el ambiente.
- Coloca la esponja o el algodón dentro del tubo, de forma que quede empapado con el agua.
- Cierra el recipiente con la tapa y colócalo cerca del radiador.
- El calor hará que el agua se evapore y salga por el tubo, creando una niebla que humidificará el aire.
¡Así de fácil es hacer un humidificador casero con materiales reciclados! Ahora ya puedes disfrutar de sus beneficios, como mejorar la respiración, aliviar la sequedad de la piel y los labios, prevenir las alergias y los resfriados, y crear un ambiente relajante.
Otras ideas efectivas para hacer un humidificador casero para bebés o para la tos
Todavía tenemos muchas ideas efectivas para que hagas tu propio humidificador casero. ¡Pilla estás técnicas!
Cuelga la ropa dentro de la casa
Este truco es gratis y te ayuda a ahorrar mucho dinero en la secadora. Colgar las prendas de vestir en el interior de tu casa aumenta la humedad relativa por el proceso de evaporación, el cual permite que entré mayor humedad a tu hogar.
Decora tu casa con algunas plantas de interior
Es bien sabido que las plantas de interior son ideales para aumentar los niveles de humedad dentro de los hogares, por eso, es una de las mejores estrategias para humidificar tu casa de manera natural.
A través de la evotransporación, las plantas son capaces de liberar humedad en el ambiente y por medio de las espomas de las hojas circula el aire húmedo que equilibra el proceso de evaporación en el aire circundante a las plantas.
¿Cuál es el resultado? Que vas a conseguir un aire limpio, puro y seguro para que respiren con tranquilidad cada uno de los miembros de tu familia.
Duchas con agua caliente
El principio de los humidificadores es vaporizar el agua hasta calentarla para producir una niebla humidificadora. Por eso, si te bañas con agua caliente, deja la puerta de la ducha abierta para el ese vapor se expanda y se mezcle con el aire seco del ambiente.
¿Viste lo sencillo que son estos trucos que te sirven como humidificadores caseros?
¿Por qué es bueno tener un humidificador en casa?
Son muchas las razones por las que tener un humidificador en casa es perfecto para tu salud. De hecho, algunos de los beneficios de tener estos dispositivos en las habitaciones incluyen:
- Mejora la salud respiratoria: un adecuado nivel de humedad en el aire puede ayudar a aliviar la congestión nasal, la sequedad de garganta y la tos, especialmente durante los meses de invierno, cuando los sistemas de calefacción pueden resecar el ambiente.
- Previene la sequedad en la piel: en condiciones de baja humedad, es común sufrir de piel seca, irritada y agrietada. Es por esto que los humidificadores agregan humedad al aire, lo que ayuda a combatir la sequedad y mantener la piel hidratada.
- Alivio de los síntomas de alergia: los humidificadores pueden ayudar a aliviar los síntomas de alergias respiratorias, como la congestión nasal y los estornudos. Mantener un nivel de humedad óptimo puede ayudar a calmar las vías respiratorias y reducir la irritación causada por alérgenos como el polen, el polvo y los ácaros del polvo.
- Tendrás un mayor confort para el sueño: dormir en un ambiente con el nivel adecuado de humedad puede mejorar la calidad del sueño al prevenir la sequedad de garganta y los problemas respiratorios que pueden interrumpir el descanso. Está comprobado que el aire seco puede causar ronquidos, congestión nasal y sequedad en las vías respiratorias, lo que puede dificultar el sueño reparador.
- Mejor protección de muebles y objetos: cuando el aire es muy seco, se afectan los muebles de madera, pisos de madera, instrumentos musicales y otros objetos sensibles a la sequedad. La humedad adecuada puede prevenir la contracción, la deformación y los daños causados por la sequedad en estos objetos.
Con estos consejos ya puedes hacer tu propio humidificador casero para que aproveches todo el potencial de estos maravillosos equipos.